El problema del alcoholismo en las familias es muy común en muchos países. Según las estadísticas, una de cada tres mujeres se enfrenta al alcoholismo en su marido, resulta que en el 30% de nuestras familias hay un alcohólico; esta cifra es aterradora. Al mismo tiempo, el abuso de alcohol por parte del marido tiene un efecto perjudicial en toda la familia, y un gran número de esas familias ya se está convirtiendo en un problema social. Las familias en las que un hombre bebe tienen más probabilidades de quedar en desventaja social, y los niños de esas familias sufren. Intentemos descubrir por qué bebe mi marido y qué hacer al respecto.
Las principales razones por las que un marido empieza a beber.
En primer lugar, conviene distinguir entre la embriaguez cotidiana y el alcoholismo. El primero es beber alcohol por placer y el segundo es la adicción. Sin embargo, al beber por placer, un bebedor tiene una alta probabilidad de convertirse en alcohólico con el tiempo. Las razones por las que un marido empieza a beber son las siguientes:
- Entretenimiento. Mucha gente empieza a beber alcohol en fiestas, en compañía, para mejorar el estado de ánimo. Una cerveza en un picnic en verano, una copa de champán en Nochevieja o un cóctel o dos en un bar el fin de semana: parece que no tiene nada de malo.
- Tradiciones. Los hombres en nuestro país crecen en una cultura de consumo constante de alcohol: es costumbre beber en días festivos, si sucede algo importante, lo primero que hay que hacer es emborracharse, y las personas en compañía desconfían de una persona que no bebe. .
- Comunicación. Beber te ayuda a unirte al equipo, relajarte y sentirte más seguro. A muchos hombres les resulta difícil conocer a una chica sin alcohol, de esta forma superan la timidez.
- Estrés. En el espacio postsoviético, no es costumbre acudir a un psicólogo y la cultura impone al hombre la imagen de un hombre brutal y masculino que no tiene problemas psicológicos y no comparte sus experiencias. Los hombres suelen ser emocionales y sensibles, pero se ven obligados a ocultar sus sentimientos y beber se convierte en la única forma de afrontar el estrés. Esta es una razón común para la aparición y desarrollo del alcoholismo.
Cómo entender que su marido se ha vuelto alcohólico: los principales signos
Muchos hombres beben alcohol de vez en cuando, por ejemplo durante las vacaciones. Sucede que se pasan de la raya. ¿Cuándo deberías empezar a preocuparte? Las esposas de estos hombres suelen hacer esta pregunta a los psicólogos. Sólo un médico puede hacer un diagnóstico de alcoholismo. Hay señales de alerta, cuando aparecen es momento de actuar.
Uso regular
Si un hombre bebe no de vez en cuando, sino con frecuencia y regularidad, por ejemplo, los fines de semana, esto ya es motivo de preocupación. Si su marido bebe todos los días, aunque sea un poco, es un signo de adicción. También es importante qué bebidas bebe y en qué cantidades. Dos litros de cerveza cada noche es mucho.
Tolerancia al alcohol y síntomas de abstinencia.
El alcohol es tóxico para el cuerpo. Los primeros casos de uso provocan intoxicación grave, mareos, náuseas y vómitos. La gente llama a esto "no saber beber". Con el tiempo, la tolerancia, es decir, la resistencia al alcohol, aumenta y el hombre puede beber más. Así es como aparecen los síntomas de abstinencia o la resaca: malestar a la mañana siguiente. En las etapas finales del alcoholismo, la tolerancia al alcohol vuelve a disminuir: para emborracharse, basta con una pequeña cantidad de alcohol, literalmente "oler el corcho". Y el síndrome de abstinencia se vuelve pronunciado y doloroso, hay un fuerte deseo de beber alcohol y el deseo de tener resaca: beba un poco para aliviar el dolor. El hábito de la resaca se convierte en una especie de punto de transición, después del cual puede desarrollarse un alcoholismo severo.
La aparición de atracones
El consumo excesivo de alcohol es el consumo continuo de alcohol durante varios días (3 o más). Al mismo tiempo, el marido bebedor entra en un ciclo especial de bebida: todas las mañanas se siente mal, tiene resaca, luego bebe durante el día y vuelve a emborracharse mucho, y a la mañana siguiente se vuelve a sentir mal y todo se repite de nuevo. Con el consumo prolongado de alcohol, aparecen trastornos mentales, por ejemplo, delirio alcohólico, "delirium tremens", un estado de conciencia alterada, acompañado de agitación intensa, ansiedad, miedo o agresión y alucinaciones.
Cambios de personalidad
La embriaguez habitual conduce a cambios personales graduales que son invisibles para los seres queridos, pero los especialistas en adicciones los conocen muy bien. Dichos cambios incluyen:
- Mayor irritabilidad y dificultad para controlar la ira;
- Debilitamiento de la voluntad, incapacidad para resistir los antojos;
- Autoculpabilidad, sentimiento de culpa y pérdida de autoestima;
- Incapacidad para asumir la responsabilidad de las propias acciones;
- Mentir a los seres queridos y autoengañarse.
Con el tiempo, un alcohólico se convierte en una especie de hijo adulto: no es responsable de nada, no puede controlar sus acciones, es imposible contar con él; después de todo, en cualquier momento puede emborracharse, olvidarse de los acuerdos, gastar. dinero o incluso mostrar agresión hacia sus seres queridos: en este caso se vuelve peligroso. Un alcohólico sobrio se arrepiente de sus acciones en estado de ebriedad y experimenta fuertes sentimientos de culpa, enojo consigo mismo o frustración, lo que nuevamente lo incita a beber alcohol para distraerse de estas emociones negativas. Entiende que algo malo está pasando, pero no puede hacer nada. A menudo, las esposas de maridos adictos dicen de ellos: "es tan bueno cuando está sobrio, pero cuando bebe, es una persona diferente".
Consecuencias sociales
Por lo general, los familiares de un bebedor ocultan su adicción a los demás hasta el último momento. Pero llega un momento en el que ya resulta complicado hacerlo. El alcohólico falta al trabajo o comete errores graves que provocan su despido. Cuando está borracho, puede cometer diversos delitos o resultar herido. Una persona que bebe con regularidad pierde gradualmente el autocontrol y se vuelve muy desagradable: amigos e incluso familiares le dan la espalda. Poco a poco, quienes lo rodean comienzan a evitarlo y todo su círculo social se limita a sus compañeros alcohólicos. Si esto sucede, es muy difícil salir de ese círculo vicioso.
Errores que suelen cometer las esposas con un marido bebedor
Los psicólogos llaman "codependientes" a las esposas de maridos bebedores. Este término se refiere a familiares de adictos que están en estrecho contacto con ellos y cuya psique también cambia inevitablemente. Su comportamiento cambia de tal manera que, incluso en contra de su voluntad, contribuye al desarrollo del alcoholismo. Estos son los principales errores que cometen las esposas de alcohólicos:
- Acusaciones. Por supuesto, el comportamiento de un borracho y sus consecuencias no agradan a sus esposas. Intentan influir en sus maridos: regañan, regañan, apelan a su conciencia. Por lo tanto, sólo apoyan el sentimiento de culpa, una de las principales causas del alcoholismo.
- Intenta ocultar el problema a los demás. Muy a menudo, una esposa cubre a su marido frente a sus familiares, presenta excusas a sus superiores y resuelve todos los problemas ella misma. O insiste en que bebe en casa, encerrado: es más seguro.
- Apoyando el estilo de vida de un adicto: la esposa regaña a su marido, pero puede ayudarlo a "recuperar su salud" de la resaca, le da dinero para beber, lo busca entre sus amigos alcohólicos y lo trae a casa. A veces bebe con él, pensando que así beberá menos.
- Lástima por el marido y fe en sus promesas de dejar de beber: nunca se cumplen.
- Ignorando el problema: como el marido es bueno cuando no bebe, la esposa tolera con resignación su conducta de borrachera.
A menudo, en familias codependientes se puede observar una situación en la que una esposa parece estar luchando contra el alcoholismo de su marido: lo avergüenza, lo tolera, le da ultimátums, lo priva de dinero o de sexo y provoca escándalos. Pero al mismo tiempo, todos sus intentos no surten efecto: el marido bebe cada vez más y la esposa lo pasa peor. Pero recibe mucha simpatía de conocidos que están al tanto de la situación. Comparada con su marido y con quienes la rodean, una mujer así parece una gran mártir; la gente simpatiza con ella y siente empatía por ella. Utiliza el alcoholismo de su marido para justificar sus propios problemas y fracasos.
Qué hacer si su marido bebe todos los días: consejos de psicólogos y narcólogos
Si tu marido bebe, la peor solución es aguantar este problema, "cargar tu cruz" y no hacer nada. Por supuesto, una mujer siempre puede solicitar el divorcio e irse. Además, un marido borracho suele traer más problemas a la familia que ayuda, recursos y dinero. Pero puedes intentar deshacerte de la adicción y salvar a tu familia. Todas las personas cercanas a un alcohólico deben tener paciencia: será difícil.
- Lo más importante es eliminar el alcohol de la vida familiar. Completamente y para siempre. No olvide que no existen ex alcohólicos. Para evitar provocar, que nunca más haya alcohol en tu casa.
- Lo más probable es que el marido no admita el problema y no muestre deseo de ser tratado hasta el último minuto. A veces, después de una experiencia aterradora o dolorosa, un bebedor quiere dejar de beber, pero luego su resolución se debilita. . . hasta la próxima. Los narcólogos pueden ayudar: limpiar la sangre de toxinas, aliviar una condición física grave y mejorar su bienestar con la ayuda de medicamentos. A continuación, un psicoterapeuta debería trabajar con el adicto, ya que la dependencia psicológica es más difícil de superar que la dependencia física.
- Es importante establecer contacto. Habla con tu marido, descubre por qué bebe. Pero no es necesario que se convierta en psicóloga de su marido. Es mejor confiar los problemas mentales a un especialista.
- Cambia tu entorno. Todos los amigos alcohólicos que arrastran a la persona en recuperación a su pantano deberían ser eliminados de tu vida.
- No lo cargues todo tú mismo. No le des dinero a tu marido, no ocultes sus problemas delante de tus familiares. Recuerda que tú también eres humano. Cuídate, tu vida no debe basarse en un problema familiar.
- No avergüences a un hombre ni sientas lástima por él. Si ves que está intentando salir, puedes ayudarlo y apoyarlo en todos sus buenos esfuerzos. Pero sea inflexible si vuelve a coger la botella.
Recuerde que es difícil solucionar el problema del alcoholismo en la familia por sí solo. Busque ayuda: de narcólogos, psicólogos, grupos de apoyo.
Métodos tradicionales de tratamiento del alcoholismo.
Todos los métodos de tratamiento se pueden dividir en medicamentos y psicoterapéuticos.
Con la ayuda de medicamentos, los médicos pueden:
- Aliviar la resaca;
- Mejorar el bienestar, apoyar el funcionamiento de los órganos internos;
- Limpiar la sangre de sustancias tóxicas: productos de degradación del alcohol;
- Reducir el deseo de consumir alcohol: la llamada terapia de reemplazo.
Los métodos de psicoterapia ayudan a reducir la dependencia psicológica. Éstas incluyen:
- Codificación: el médico le indica al adicto que no beba, de lo contrario le sucederá algo malo. Anteriormente, el método de codificación de drogas también era popular: se cosía una cápsula especial debajo de la piel de un alcohólico que, cuando el alcohol ingresaba al torrente sanguíneo, liberaba veneno y provocaba la muerte del paciente.
- Hipnosis clásica: el psicoterapeuta da instrucciones de no beber ni desear alcohol. Este método es similar a la codificación, pero es un poco más suave, ya que no incluye una amenaza inminente para la salud o la vida si se utiliza.
- PNL, o programación neurolingüística: el especialista utiliza los canales de percepción del paciente -auditivos, visuales y táctiles- para reforzar en él las reacciones deseadas y reducir el ansia de alcohol.
- Terapia compleja (psicoanálisis, TCC, enfoque Gestalt): un psicoterapeuta analiza profundamente los problemas psicológicos del adicto e indica formas de resolverlos, ayuda a aprender nuevas formas de comportamiento.
Medicina alternativa
Los métodos no tradicionales para tratar el alcoholismo incluyen remedios a base de hierbas que provocan una fuerte reacción en el cuerpo cuando se usan junto con alcohol. Por ejemplo, el hongo estiércol, sabroso e inofensivo, incluso con una pequeña dosis de alcohol provoca fuertes náuseas, vómitos, fiebre y palpitaciones. Con el uso prolongado, las sustancias activas del hongo se acumulan en el organismo y no se eliminan por completo, proporcionando una reacción característica a cada ingesta de alcohol. Este método se ha utilizado durante mucho tiempo en las aldeas para curar a los alcohólicos de la adicción.
Para aliviar la dolorosa condición de intoxicación por alcohol, también se utilizan remedios caseros: una decocción de menta y bálsamo de limón, hierba de San Juan, laurel, vinagre de manzana, miel, una mezcla de repollo y jugo de granada.
También se utilizan todo tipo de conspiraciones y calumnias sobre el agua "para que el marido no beba", oraciones, reprimendas contra la embriaguez; estos métodos son populares entre la gente, pero su eficacia no ha sido probada.
¿Es posible obligar a tu marido a dejar de beber sin su consentimiento?
Algunas esposas, al ver que su marido no va a dejar de beber alcohol, intentan por sí solas quitarle el mal hábito sin que él lo sepa. Por ejemplo, añaden algunos medicamentos a la comida y a la bebida. Esto es bastante peligroso y los médicos no recomiendan hacerlo.
Para dejar de beber, un adicto debe quererlo él mismo y darse cuenta de que el alcoholismo está destruyendo su salud, sus relaciones y su vida. Pero esto no sucede a menudo. La adicción cambia la psique de tal manera que el alcohólico se esfuerza por no dejar nunca de beber.
Sin embargo, hay cosas que la esposa de un alcohólico puede empezar a hacer en cualquier momento para que su marido deje de beber, y que dependen sólo de ella. Necesita darse cuenta de su posición de víctima y cambiar su forma de pensar. Empieza a cambiar lo que no te gusta en la vida, no toleres lo que no te gusta, respétate a ti mismo. No resuelvas los problemas de otras personas, no te hagas responsable de otro adulto. Es importante recordar que el alcoholismo no es una enfermedad, sino una adicción dañina que destruye la vida y la familia. Para cambiarte y empezar a pensar más en ti mismo, es posible que necesites un trabajo prolongado con un psicólogo.
¿Cómo saber cuándo es el momento de buscar ayuda de un narcólogo?
Hay varios signos característicos por los que se puede decir con seguridad que la adicción ha ido demasiado lejos y no se puede superar sin ayuda profesional. Éstas incluyen:
- Uso frecuente y regular con resaca dolorosa;
- Falta de control sobre la cantidad de bebida (una vez que un hombre comienza a beber, no puede parar);
- Beber solo en casa (beber tranquilamente en casa puede provocar posteriormente un alcoholismo grave);
- Mentiras y botellas de alcohol escondidas (el marido intenta ocultarle a su mujer el hecho de beber);
- Atracones de varios días de los que el borracho ya no puede recuperarse por sí solo.
Todos estos signos indican el desarrollo de una etapa peligrosa del alcoholismo, cuando el adicto necesita ayuda profesional urgente. Los familiares de un alcohólico deben enviarlo a recibir tratamiento; de lo contrario, su adicción se desarrollará rápidamente con las consecuencias más graves, incluso la muerte. No es necesario poner en peligro la vida y la salud de todos los miembros de la familia, es mejor consultar a un médico lo antes posible.